El mercado de la investigación médica está dominado por grandes corporaciones que controlan los datos, la propiedad intelectual y la velocidad de los descubrimientos. En ese escenario, surge AxonDAO, un proyecto global que quiere transformar la manera en que la ciencia avanza, con un modelo descentralizado en el que los ciudadanos son dueños de su información, participan en la investigación y reciben recompensas económicas por ello.
“Hoy, las empresas monetizan tus datos, pero no los comparten contigo. Nosotros creemos que eso no está bien. Son tus datos, y deberías beneficiarte de ellos”, afirma Jarrod Frankel, director de marketing de AxonDAO, en entrevista con La República.
Jarrod Frankel, CMO de Axon DAO
Un sistema operativo para la ciencia descentralizada
AxonDAO se define como el primer sistema operativo de la ciencia descentralizada (DeSci). Su propuesta es reunir en un solo ecosistema lo que hasta ahora estaba fragmentado: captura de datos de salud, procesamiento con inteligencia artificial y modelos de monetización inclusivos.
La plataforma ofrece a los investigadores un entorno completo: ejecutar experimentos, acceder a modelos de lenguaje (LLMs), entrenar algoritmos, y usar un mercado de datasets y modelos de IA sobre una infraestructura propia de supercómputo (CLU).
Para los ciudadanos, la propuesta es distinta: dispositivos como Axon RING (un anillo que mide signos vitales) y aplicaciones como A+Voice (que analiza la voz para detectar señales tempranas de enfermedades neurodegenerativas) permiten recolectar datos biométricos y de comportamiento. Todo se almacena en AxonOS, un sistema que no solo alerta sobre anomalías de salud, sino que también garantiza que la información pertenece al usuario.
Datos consentidos y recompensados
El esquema es claro: quienes deciden compartir sus datos, de forma anónima y con consentimiento, reciben tokens $AXGT como recompensa. Además, si su información forma parte de un dataset que permite generar propiedad intelectual (IP) a través del procesamiento en la supercomputadora CLU, reciben el 60% de los ingresos obtenidos, mientras que el 40% restante queda en manos del DAO.
El incentivo no se limita a los datos. Los usuarios pueden participar en estudios clínicos y recibir compensaciones, o hacer staking de tokens en el ecosistema. “Queremos que la gente sepa que puede ganar dinero solo por vivir, al compartir datos que ya generan día a día”, explica Frankel.
Un modelo con raíz en la telemedicina
A diferencia de otros proyectos cripto enfocados en la especulación, AxonDAO se diseñó desde el inicio con un enfoque clínico. De hecho, antes de transformarse en DAO, el proyecto operaba como una empresa de telemedicina en Estados Unidos. “Tenemos médicos en nuestro consejo y asesores clínicos. Queremos que la experiencia sea como una app de salud normal, no un producto cripto complejo”, precisa el ejecutivo.
Este enfoque permite ofrecer una experiencia de telemedicina adaptada al usuario común, pero con la potencia de un ecosistema basado en blockchain y principios criptográficos que garantizan soberanía de datos.
Un supercomputador al servicio de la salud
El motor tecnológico del sistema es CLU, un supercomputador de GPU dedicado al análisis de datos de salud con IA. Gracias a esta infraestructura, los investigadores pueden descubrir biomarcadores, modelar riesgos futuros o generar recomendaciones personalizadas.
Además, universidades, laboratorios de IA y BioDAOs pueden arrendar poder de cómputo para correr sus modelos sobre los datasets consentidos, lo que convierte a AxonDAO en un proveedor de infraestructura científica como servicio (IaaS).
Esto, según Frankel, acelera los procesos: “Queremos que los científicos tengan acceso inmediato a datos y algoritmos, y que puedan avanzar más rápido en descubrimientos. Nuestra meta es acortar el tiempo de innovación en salud”.
Ciencia descentralizada y global
Para el CMO de AxonDAO, el valor del modelo va más allá de la economía de datos: se trata de democratizar la ciencia. “Hoy, gran parte de la información biomédica proviene de Estados Unidos y Europa. Eso deja fuera a países de África, América Latina o regiones rurales. ¿Cómo sabemos si los tratamientos diseñados en base a esos datos funcionan igual en Perú, en Sudáfrica o en la India? Queremos equilibrar esa balanza con datasets realmente globales”, sostiene.
De esta forma, AxonDAO plantea abrir un foro científico abierto, similar a un parlamento ciudadano, donde investigadores y comunidades puedan discutir problemas de salud y priorizar soluciones.
Diferencias frente a otros DAOs
Comparado con iniciativas como VitaDAO o Molecule, AxonDAO se distingue por varios factores:
Modelo centrado en el usuario: los datos pertenecen al ciudadano y son monetizados en su beneficio.
Hardware DePIN propio: Azon RING y A+Voice permiten capturar información de forma no invasiva.
Monetización inmediata: los usuarios reciben tokens en tiempo real, en lugar de esperar modelos basados en NFTs o IP diferida.
Telemedicina como base: experiencia clínica validada por médicos, frente a aproximaciones cripto más abstractas.
Gobernanza más amplia: incluye decisiones sobre datos, investigación e infraestructura.
Una visión de largo plazo
La ambición de AxonDAO es construir el sistema operativo de la ciencia descentralizada: una infraestructura modular que otros DAOs e instituciones puedan usar como base, en lugar de competir.
Para los ciudadanos, la promesa es tangible: control sobre sus datos, recompensas por compartirlos y beneficios de salud personalizados. Para los investigadores, acceso a un entorno interoperable listo para usar.
“Lo que queremos es acelerar la ciencia y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida. No creemos en vivir para siempre, pero sí en ayudar a las personas a vivir 20 años más, con salud y dignidad. Ese es nuestro propósito”, concluye Frankel.
En un mundo donde los datos de salud son el nuevo petróleo, AxonDAO apuesta por un modelo en el que cada ciudadano es dueño de ese recurso, y además participa de la riqueza y del conocimiento que genera.
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