¿Qué relación existe entre el ejercicio, los microbios del intestino y la salud cerebral? La ciencia nos sorprende

Un nuevo estudio del Centro de Neurociencias Cajal (CNC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, ha identificado a la microbiota intestinal como una pieza clave en la relación entre el ejercicio físico y la salud cerebral.

La investigación, publicada en la revista eBioMedicine, muestra que practicar deporte de forma moderada no solo beneficia al cerebro, sino que también modifica la composición de las bacterias intestinales, lo que podría explicar parte de estos efectos positivos.

bacterias

Se registró un aumento en géneros bacterianos como Acetatifactor Foto:iStock

Los resultados, obtenidos en modelos animales, sugieren que el eje microbiota-intestino-cerebro —la comunicación bidireccional entre el sistema digestivo y el cerebro— desempeña un papel más importante de lo que se pensaba en la mejora de funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje.

¿Cómo el ejercicio transforma la microbiota?

El equipo liderado por José Luis Trejo, investigador del CNC-CSIC, observó que los ratones que realizaban ejercicio físico moderado, durante unos 40 minutos diarios y a una velocidad media, presentaban una mayor diversidad bacteriana en su intestino.

LEA TAMBIÉN

Secuestro Kennedy

En concreto, se registró un aumento en géneros bacterianos como Acetatifactor y ciertas especies de la familia Lachnospiraceae, asociados con un mejor rendimiento cognitivo en los animales estudiados.

ejercicio

Practicar deporte de forma moderada no solo beneficia al cerebro Foto:iStock

La investigación comparó diferentes protocolos: ejercicio moderado, ejercicio prolongado y alta intensidad. Los científicos comprobaron que la práctica moderada fue la que produjo los mayores beneficios en la memoria y la neurogénesis (creación de nuevas neuronas), mientras que intensidades muy altas o prolongadas no ofrecieron la misma mejora.

Evidencia del papel de la microbiota en la memoria

Para confirmar si los cambios en la microbiota eran solo una correlación o tenían un efecto real sobre el cerebro, los investigadores realizaron trasplantes fecales:

Ratones sedentarios recibieron microbiota de animales que habían hecho ejercicio moderado.

Otro grupo recibió microbiota de ratones con ejercicio de larga duración.

En cuanto al resultado, los ratones sedentarios que recibieron la microbiota de los corredores moderados mejoraron su memoria y aumentaron la formación de neuronas en el hipocampo, región cerebral vinculada al aprendizaje. En cambio, quienes recibieron microbiota de ejercicio prolongado no mostraron ese efecto.

LEA TAMBIÉN

El exjugador insistió en que se sorprendió

“Esto demuestra de forma causal que los efectos cognitivos del ejercicio pueden ser mediados, en gran parte, por la microbiota intestinal”, explicó Elisa Cintado, investigadora del CNC-CSIC y primera autora del estudio.

Ejercicio físico

Los hallazgos apuntan a que la microbiota intestinal podría convertirse en un objetivo terapéutico Foto:iStock

Lo que ocurre en el cerebro cuando hacemos ejercicio

Diversos estudios previos ya habían demostrado que el ejercicio físico puede favorecer la formación de nuevas conexiones neuronales (sinaptogénesis) y aumentar el tamaño del hipocampo, la región cerebral clave para la memoria.

Incluso, investigaciones con imágenes de resonancia magnética en más de 10.000 personas habían revelado que quienes practicaban deporte con frecuencia tenían un mayor volumen cerebral, tanto en la materia gris (procesamiento de información) como en la materia blanca (conexión entre regiones cerebrales).

El nuevo trabajo del CSIC añade un eslabón a esta cadena: la microbiota intestinal podría ser la mediadora que conecta la actividad física con esos beneficios cerebrales.

LEA TAMBIÉN

DIAN

Futuras aplicaciones

Si bien el estudio se realizó en animales, los hallazgos apuntan a que la microbiota intestinal podría convertirse en un objetivo terapéutico para prevenir o retrasar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, o para mejorar el rendimiento cognitivo en la población general.

El equipo del CSIC subraya que todavía son necesarias investigaciones en humanos para confirmar la magnitud de estos efectos y determinar si podrían trasladarse a tratamientos clínicos.

MÁS NOTICIAS:

DANNA VALERIA FIGUEROA RUEDA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

Leer en la fuente

QvaClick recopila noticias desde fuentes oficiales y públicas. Los derechos pertenecen a sus respectivos autores y editores. QvaClick no se hace responsable de los contenidos externos enlazados.

⚠️ ENTORNO DE DESARROLLO Este sitio está en modo desarrollo

¿Listo para Empezar?

En QvaClick puedes lanzar tu proyecto hoy mismo o empezar a vender tus servicios. ¡Conéctate con clientes y freelancers en un solo lugar!