Pagán (UCV) avisa que la “alianza” de IA y “ley del mínimo esfuerzo” causa una “peligrosa pereza mental” en los jóvenes

VALÈNCIA 25 Sep. (EUROPA PRESS) –

El rector de la Universidad Católica de Valencia (UCV), José Manuel Pagán, ha advertido este jueves acerca de la “peligrosa alianza” entre la inteligencia artificial generativa y la “ley del mínimo esfuerzo”, que provoca en los jóvenes una “peligrosa pereza mental”, que “desalienta el aprendizaje y complica el descubrimiento de los tesoros ocultos de una vida intelectual”.

A juicio del rector, a los jóvenes de hoy les cuesta “cultivar la vida intelectual” porque, para ello, es necesario “acudir a lo que no resulta evidente ni se muestra de inmediato a los ojos, lo que les resulta extraño” y porque “exige un esfuerzo para el que muchas veces no les hemos entrenado”.

“No soy un tecnófobo, en absoluto; pero existen riesgos en el uso descontrolado de la IA a una edad temprana, cuando la persona está en formación, impidiendo el desarrollo de determinadas capacidades”, ha dicho y ha añadido que “cada uno de nosotros hemos experimentado cómo la tecnología digital cambia la forma en que vivimos y nos comunicamos y, de igual forma, acaba alterando nuestro cerebro”.

Así lo ha indicado en la solemne apertura del curso 2025-2026, un acto presidido por el arzobispo de Valencia y gran canciller de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Enrique Benavent, que ha comenzado con una eucaristía.

Pagán ha asegurado “resistirse” a admitir la “pretendida neutralidad” de muchas de estas herramientas tecnológicas y ha afirmado que el ecosistema digital que se ha ido tejiendo “informa y condiciona nuestros actos cotidianos, consolidándolos en hábitos de comportamiento ampliamente extendidos en casi todos los aspectos de la vida. Y no lo olvidemos, estos ecosistemas digitales los han creado, a partir de principios de ingeniería digital y siguiendo modelos de negocio concretos, organizaciones con valores e intereses particulares y, principalmente, económicos”, ha aseverado.

Pagán ha querido llamar la atención sobre el estado mental de la sociedad actual: “Nunca antes se ha hablado tanto de desesperanza, propia de quien no ve salida a una situación de decadencia marcada por el colapso medioambiental, la violencia, las guerras, el desempleo o la dificultad de acceso a la vivienda. Este panorama nos aboca, bien a vivir en una permanente nostalgia del pasado, o bien a vivir huyendo de la realidad, surfeándola sobre la tabla del carpe diem, esto es, a la búsqueda compulsiva de placeres fugaces”.

El rector ha destacado la importancia de que los estudiantes “descubran el sentido de la vida y puedan alcanzar esa plenitud a la que están llamados y que se concreta, sencillamente, en amar y reconocerse amado”.

GAZA

Pagán ha apostado por el diálogo ante la guerra en la Franja de Gaza y ha afirmado: “Cuando es honesta, la diplomacia no rebaja la verdad, sino que la busca como fundamento de un acuerdo estable. Mantenerse fiel a la verdad no significa negar la complejidad política. Significa, más bien, dejar que los principios no negociables –la dignidad de la vida, la libertad religiosa, el derecho de los pueblos a vivir en paz y seguridad– guíen los esfuerzos de negociación y reconciliación”.

“La institución universitaria se debe a la verdad, que no debemos comprometer; y la verdad es que toda persona, israelí o palestina, judía, cristiana o musulmana, posee una dignidad inviolable porque ha sido creada a imagen de Dios. Negar esta dignidad, justificar la violencia ciega o el desprecio de vidas inocentes, es traicionar esa verdad”, ha asegurado.

LIBERTAD RELIGIOSA

Por su parte, en su intervención, Benavent ha insistido en que “criminalizar a una persona por el hecho de pertenecer a un determinado colectivo, sea el que sea, es una inmoralidad. Desde nuestra universidad, con nuestras facultades de Teología y Filosofía, debemos denunciar ciertas actitudes y comportamientos que se fomentan a veces desde poderes públicos. Cada persona, y eso forma parte de la revelación cristiana, es responsable de sus actos”.

“También hay problemas relativos a la libertad religiosa. Estamos en una sociedad multicultural y multirreligiosa, y debemos aprender a convivir. La doctrina social de la Iglesia ofrece luz sobre estas cuestiones, pues afirma que el Estado debe regular el ejercicio de la libertad religiosa desde tres principios: el respeto a la dignidad de la persona, la búsqueda del bien común y la necesidad de garantizar el orden público. Cuando no se da ninguno de estos problemas, prohibir el ejercicio público de una determinada religión es algo contrario a la libertad religiosa”, ha aseverado.

FUTURO DE LA UCV

De igual modo, Benavent que querido apuntar “algunas líneas que deben definir al futuro de la Universidad Católica de Valencia” y en las que se debe “seguir profundizando”. En primer lugar, ha indicado que la institución debe “continuar afianzando” su relación con la sociedad y ha subrayado que “ha sabido reaccionar ante los problemas que ha vivido la sociedad valenciana”, como en la dana, “a través de una presencia visible con la que hemos intentado estar al lado de los que sufrían”.

En segundo, ha afirmado que la UCV debe seguir siendo “una universidad que pone como centro de su acción a las personas, en su acción social, en su investigación y ha sostenido que ofrece a los alumnos “la posibilidad de integrarse en la vida de la Iglesia a través de los servicios de pastoral y de las capellanías”. “Todos estos, en definitiva, son aspectos de la formación de los estudiantes que debemos cuidar, caminos ya iniciados en los que debemos profundizar”, ha subrayado.

Desde la Conselleria de Educación, la secretaria autonómica de Universidades, Esther Gómez, ha indicado que el “énfasis” de la UCV “en la responsabilidad social, en la cooperación internacional y en el voluntariado”, la convierten en “un referente de compromiso humano”.

Gómez ha subrayado que desde la Generalitat quieren “universidades que no sólo formen profesionales excelentes, sino también ciudadanos críticos, responsables y solidarios. Y en esta tarea, la Universidad Católica de Valencia tiene mucho que aportar”.

Para la secretaria autonómica “la universidad es de todos, defenderla es defender nuestro futuro común”. En ese sentido, Gómez ha querido destacar la iniciativa del Brain Health and Resilience Valencia Challenge, con el que la UCV “ha apostado por la salud cerebral”.

“Esta apuesta se traduce en un proyecto de enorme proyección científica y social que aspira a situar a Valencia en el mapa mundial de la neurociencia aplicada y la neurotecnología. El convenio que se ultima con la Conselleria de Sanidad y las fundaciones de Investigación Biomédica será un impulso decisivo para avanzar en este camino”, ha manifestado.

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