El Consejo de Ministros tomó conocimiento este martes, 22 de septiembre, del informe de la Comisión Consultiva que fija los criterios para elegir la sede del futuro Centro Nacional de Vulcanología. El texto es claro en los requisitos… y deliberadamente abierto en la geografía: “la provincia/Cabildo/Consejo Insular donde se sitúe la sede” deberá cumplir una serie de condiciones. La fórmula no cierra puertas; al contrario, habilita una candidatura sólida desde La Palma y deja al Gobierno decidir con el mejor expediente técnico sobre la mesa.
Qué decidió el Consejo de Ministros
El Ejecutivo avaló los criterios con los que se elegirá la sede del nuevo consorcio y ratificó la tramitación urgente del procedimiento. El informe subraya que el Centro coordinará la investigación científica y tecnológica en vulcanología, con vocación de referencia internacional, y que se valorarán instalaciones listas para su uso o sedes provisionales que aceleren la puesta en marcha. Entre los factores decisivos: accesibilidad a entornos volcánicos activos, disponibilidad inmobiliaria, conectividad aérea, existencia de universidades o centros de investigación afines y un ecosistema institucional y social sensibilizado con el riesgo volcánico.
Un detalle clave del documento —y que ha pasado demasiado desapercibido— es el uso repetido de la cláusula “donde se sitúe la sede” asociada a provincia, cabildo o consejo insular. No restringe a una isla concreta de la provincia ni a una ciudad determinada; abre el abanico a opciones como Tenerife y La Palma, si cumplen los requisitos. Es, literalmente, una redacción hábil para no “pillarse los dedos” y favorecer que compitan candidaturas completas.
Por qué La Palma cumple (y aporta)
- Ciencia y entorno volcánico de primer nivel
- La Palma reúne una combinación difícil de replicar: acceso inmediato a entornos volcánicos activos —la erupción de 2021 es el caso de estudio más reciente y mejor instrumentado del país— y una cultura social de concienciación sobre el riesgo que la propia Comisión valora de forma explícita. La isla, además, alberga el Observatorio del Roque de los Muchachos (IAC), una infraestructura científica de referencia mundial que demuestra capacidad de atraer y gestionar talento, proyectos internacionales y logística compleja en territorio insular. Ese ecosistema científico suma puntos en el criterio de “universidades/centros de investigación en áreas relacionadas”.
- Un edificio candidato listo para competir: la antigua fábrica JTI de El Paso
- La propuesta más sensata —y rápida— es alojar la sede en el complejo de la antigua fábrica de tabacos JTI en El Paso, hoy reconvertido en Centro Empresarial e Industrial de La Palma (CEIP). Es un inmueble amplio, con zonas modulares y aparcamiento, ya utilizado con solvencia como nodo logístico durante la emergencia del volcán (más de 5.000 m² habilitados en días), y que en la actualidad hospeda servicios y oficinas públicas. Esto encaja con el criterio de “inmueble y equipamiento adecuados” y con la preferencia por espacios disponibles de forma inmediata para una sede provisional o definitiva.
- Conectividad y vida cotidiana para el personal
- El informe pide conectividad aérea y oferta residencial/hotelera; La Palma cuenta con aeropuerto con conexiones nacionales y, cuando hace falta, se complementa con el puente insular a Tenerife (vuelos/ferry) para conexiones internacionales. La zona oeste (Valle de Aridane–El Paso) ofrece una calidad de vida razonable, alquileres comparativamente más contenidos que grandes capitales y un ecosistema de servicios que ha crecido precisamente a raíz de la emergencia de 2021. Todo esto reduce fricciones de instalación para equipos científicos y técnicos.
- Encaje institucional exacto con los criterios
- El texto aprobado valora que “la provincia/Cabildo/Consejo Insular donde se sitúe la sede” cuente con administraciones y entidades interesadas o activas en vulcanología. En La Palma operan o colaboran de forma habitual el IGN (vigilancia volcánica), el PEVOLCA como dispositivo de referencia, y entidades científicas y ciudadanas que sostienen una comunidad muy consciente del riesgo. Este tejido acorta tiempos de coordinación y multiplica el impacto del Centro.
La vía correcta: una candidatura insular, no una disputa
El peor camino sería convertir la sede en un partido de rivalidad interinsular. El mejor —y el que el propio informe sugiere— es presentar una candidatura cerrada desde La Palma, liderada por Cabildo y ayuntamientos, con el Gobierno de Canarias y actores científicos como socios, y dejar que el Consejo de Ministros decida con base en los criterios publicados.
Ese expediente debería incluir, como mínimo:
- Inmueble: ficha técnica de la antigua JTI (CEIP El Paso) con planos, metros útiles, salas de reuniones, red de datos, accesos y aparcamiento; plan de adecuación ligera para la sede y propuesta de sede provisional inmediata si fuese necesario.
- Conectividad: memoria de enlaces aéreos, tiempos puerta a puerta con Madrid/Barcelona/Sevilla y plan de continuidad vía Tenerife en escenarios de meteorología adversa. (Criterio de conectividad aérea).
- Ecosistema científico: cartas de apoyo de IAC/ORM, universidades colaboradoras y grupos afines, subrayando proyectos activos y capacidades de instrumentación, cómputo y transferencia.
- Vigilancia y redes: convenio-marco con IGN y la red de vigilancia canaria para prácticas, datos y proyectos conjuntos.
- Vida y acogida: compromiso insular con vivienda (parque público/colaboración con promotores), plazas escolares, sanidad y un programa de integración para personal desplazado (criterio específico del informe).
Qué gana España colocando la sede en La Palma
- Memoria y aprendizaje donde ocurrió la última erupción: fijar la sede en el territorio afectado es una decisión con valor científico y simbólico; garantiza aprendizaje continuo sobre los impactos sociales, económicos y ambientales que el Centro aspira a mitigar.
- Velocidad de despliegue: con JTI–El Paso, la sede puede operar antes, cumpliendo la prioridad de puesta en marcha “en el menor plazo posible” que destaca el propio Gobierno.
- Equilibrio territorial real: descentralizar hacia una isla no capitalina, con alta exposición al riesgo volcánico, materializa la filosofía del Real Decreto 209/2022 sobre sedes físicas: aproximar las instituciones a la realidad que gestionan.
Una conclusión nítida
El informe que el Gobierno conoció este martes, 22 de septiembre, no excluye a nadie y sí prioriza solvencia: ciencia, edificio, conectividad y comunidad. La Palma puede presentar —y justificar— la mejor candidatura gracias a un inmueble disponible (la antigua JTI de El Paso), un ecosistema científico reconocido (ORM/IAC), y una sociedad que conoce el riesgo y quiere convertir la experiencia en conocimiento útil.
La pelota está en el tejado de las administraciones insulares y autonómicas: menos ruido y más expediente. Que la candidatura salga de La Palma —bien armada— y que el Consejo de Ministros decida. Para eso están los criterios. Y esta vez, juegan a favor.
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