Para la ciencia, hay dos supuestos falsos a la hora de pensar en la tormenta de Santa Rosa. Primero, que estas lluvias son la expresión divina de Rosa de Lima, cuyo santo se celebra el 30 de agosto. Segundo, que todos los años esta lluvia cae en Buenos Aires, así como en algunas zonas de la Pampa Húmeda.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional, ven la asociación de esta lluvia con la leyenda de Santa Rosa de Lima como parte de la memoria popular, pero sobre todo como una fecha coincidente con el inicio de la temporada de lluvias. Los registros históricos que el organismo científico compiló desde 1906 hasta hoy muestran intermitencia tanto en los años en los que se da como en el día en que caen.
“El resultado de este análisis muestra que, en los 119 años de registros del Observatorio Central Buenos Aires, en 68 oportunidades (en el 57% de los casos) se produjeron tormentas en los días próximos al del santoral de Santa Rosa de Lima, si bien no siempre estuvieron asociadas a precipitaciones intensas y/o abundantes”, explicaron en un comunicado publicado este año desde el SMN.
Hay años en los que se adelanta hasta seis días —como en 1909, 1967 o 2015— o se demora hasta por cuatro días —como en 1906, 1943 o 1973—. También hay variabilidad en la cantidad de agua que cae. Desde que hay registro, fueron las lluvias del 2024 las más abundantes, con 118 mm durante un día entero de lluvia.
“Santa Rosa es una creencia religiosa que coincide con el inicio del periodo de lluvias, pero esto es tan previsible como que en verano hace calor. Tiene que ver con el clima que tenemos en esta zona”, explicó Cindy Fernández, meteoróloga del SMN.
“Vale la pena aclarar que la llamada Tormenta de Santa Rosa no se observa en todo el país. Excepto en el este y el centro del país, es difícil que se manifieste con actividad eléctrica. En el noroeste argentino, la extrema sequedad del aire en esta época del año hace muy poco probable la ocurrencia de actividad tormentosa”, señalaron desde el organismo meteorológico.
La tormenta de Santa Rosa suele esperarse para esta época del año. Pero este evento del clima, que se llama así por la leyenda que atañe a una santa patrona, no siempre se presenta.
La fecha está asociada con el 30 de agosto, día de Santa Rosa de Lima, quien vivió en la capital peruana en el siglo XVII y está acreditada con un milagro. Según se cree, salvó a su ciudad de un ataque pirata a través de la oración. La leyenda cuenta que, al ver una flota de corsarios holandeses cerca de Lima, se encerró en el convento de Nuestra Señora del Rosario para impedir su llegada. Las plegarias de Rosa se transformaron en una fuerte precipitación que impidió el desembarco de los malvivientes, y por esta obra se convirtió en la primera persona nacida en América en ser canonizada.
Santa Rosa de Lima: la mujer detrás del fenómeno climático que todavía causa curiosidad
Una vez establecido su onomástico, cualquier lluvia cercana a la fecha es conocida como la Tormenta de Santa Rosa. La tradición de esta mujer, actual patrona de Lima en particular y de América en general, se hizo fuerte en la Argentina, y por esto los argentinos suelen esperar caída de agua entre finales de agosto y principios de septiembre.
La nubosidad en el AMBA empezará durante la tarde del viernes, aunque las lluvias llegarán para la noche. Hay entre un 40 y un 70% de probabilidad de tormentas para la noche del sábado y se mantendrán durante todo el domingo. La llamada tormenta de Santa Rosa es en este caso un sistema de baja presión que comenzará a formarse en la noche del viernes 29 de agosto, con lluvias y tormentas sobre el sur y el oeste del país —especialmente en La Pampa, Río Negro, Neuquén y Mendoza—, acompañadas por fuertes ráfagas de viento que ya motivaron alertas amarillas en varias provincias.
El sábado 30, las precipitaciones se desplazarán hacia el centro del país y alcanzarán a Córdoba, San Luis, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe y Entre Ríos. En el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), las lluvias llegarán recién hacia la tarde o la noche, con probabilidad de tormentas aisladas. Hasta ese momento, la jornada se presentará con nubosidad en aumento y condiciones ventosas.
El domingo 31 será la jornada más complicada: se esperan lluvias persistentes y tormentas en gran parte del centro y norte del país. En Buenos Aires, tanto en la Ciudad como en el conurbano, las precipitaciones se mantendrán durante la mayor parte del día y podrían intensificarse hacia la noche, con descargas eléctricas. El panorama será similar en provincias del Litoral y el Noroeste, donde las lluvias cubrirán buena parte de la jornada.
La inestabilidad no se disipará de inmediato. Según el SMN, el sistema continuará activo durante el lunes 1º de septiembre, con lluvias en el este de Mendoza, San Luis, La Pampa, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y el norte del país. En el caso puntual de Olivos y alrededores, el pronóstico indica que la lluvia recién arrancará el sábado por la noche, se intensificará durante todo el domingo y podría extenderse hasta el comienzo de la semana siguiente.
El SMN pronostica que regirá la alerta amarilla desde mañana para el norte patagónico, casi todo el centro del país y algunas partes de la región del Cuyo. Para el sábado, permanecerá el régimen, aunque solo se contemplan las provincias de San Juan, Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Rioja, Santiago del Estero, Santa Fe y el noroeste de la provincia de Buenos Aires. No se esperan alertas por tormenta en ningún punto del AMBA.
Leer en la fuente
QvaClick recopila noticias desde fuentes oficiales y públicas. Los derechos pertenecen a sus respectivos autores y editores. QvaClick no se hace responsable de los contenidos externos enlazados.