El cáncer de mama es la patología oncológica más frecuente en las españolas y también es la que mayor número de muertes causa en este grupo de población. Solo en 2023 se diagnosticaron alrededor de 35.300 nuevos casos, tal y como recoge la Asociación Española Contra el Cáncer, lo que se traduce en casi el 30% de todos los cánceres diagnosticados en ellas. En el resto del mundo, las cifras también son preocupantes, siendo el responsable de 670.000 fallecimientos y es el femenino más común de 157 de los 185 países analizados en 2022, según apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este contexto, un estudio muestra datos esperanzadores para estas pacientes.
Este jueves se publica una investigación en The BMJ que recoge que para las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama en etapa temprana, el riesgo a largo plazo de desarrollar un segundo cáncer de cualquier tipo es bajo, alrededor de un el 2 y el 3% mayor que en el resto de mujeres. Los científicos a cargo sostienen que esta información puede ayudar a “tranquilizar” a las supervivientes de esta patología.
Para estimar los riesgos a largo plazo de segundos cánceres primarios en comparación con la población general, estos investigadores se apoyaron en datos del Servicio Nacional de Registro y Análisis del Cáncer de Inglaterra. Estos hallazgos son el resultado de analizar la información 476.373 pacientes diagnosticadas en este país con cáncer de mama invasivo temprano que se sometieron a cirugía. La edad oscilaba entre los 20 y los 75 y los diagnósticos fueron dados entre 1993 y 2016.
Durante los años de seguimiento, 64.747 mujeres desarrollaron un segundo cáncer primario, pero los riesgos absolutos en comparación con los riesgos en la población general “fueron pequeños“, tal y como puntualizan. Esto se traduce en un 13,6% del total, destacando los cánceres de útero, de pulmón o de intestino. El 5,6% desarrolló un cáncer de mama contralateral, es decir, en el otro lado del cuerpo.
Científicos independientes puntualizan una cuestión que consideran muy relevante: en esta investigación se centran en el riesgo de un segundo cáncer, no de una recaída. Javier Cortés, director del International Breast Cancer Center, ahonda en ello en declaraciones a SMC: “En cáncer de mama podemos tener tres situaciones: nuevo cáncer de mama, recaída local o regional del cáncer anterior o la presencia de metástasis. En tratamiento y pronóstico son claramente distintos y diferenciarlo es fundamental”.
El jefe de Oncología Médica del Instituto Catalán de Oncología, Ramón Salazar, incide en que esta cuestión es “clave”, pues se habla de un tumor nuevo e independiente.
División por edad y por tipos de tratamiento
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores ingleses pusieron el foco en varios aspectos. En primer lugar, agruparon a las pacientes según la edad que tenían en el primer diagnóstico de cáncer. Los resultados mostraron que el riesgo adicional de un segundo cáncer no mamario varió poco entre los grupos de edad, pero si hablamos de un cáncer de mama contralateral fue mayor en las jóvenes.
También se tuvo en cuenta otros tratamientos adyuvantes que recibieron después de la cirugía. En este caso, la radioterapia se asoció con tasas más altas de cáncer de mama y de pulmón; la terapia endocrina con cáncer de útero; y la quimioterapia con leucemia aguda. De esta manera, los investigadores estiman que alrededor del 7% del exceso de segundos cánceres puede deberse al uso de terapias adyuvantes, pero matizan que los beneficios superan a este riesgo en casi todas las circunstancias en las que se recomiendan estos tratamientos.
Este tipo de informaciones ya suelen ser conocidas por los oncólogos, tal y como afirma Cortés. Aunque Salazar coincide, insiste a SMC que estas conclusiones “pueden ser tranquilizadoras” para las pacientes que actualmente están en tratamiento y aporta “base para un consejo más equilibrado”.
Pero, ¿qué opinan los pacientes? Este estudio se ha publicado junto con un artículo de opinión donde varios de ellos dan su valoración. En este relato comentan que cuando llegaron los diagnósticos, el pensamiento más predominante fue el de sobrevivir, pero que la posibilidad de desarrollar un segundo cáncer empezó a preocuparles más con el paso del tiempo. Y no se trataba solo de temor por otro proceso oncológico, sino también por cómo el diagnóstico y el tratamiento pudieran asociarse con otro tipo de patología. En ese momento no encontraron las respuestas que buscaban, pues recuerdan que hubieran agradecido información más detallada por parte de sus médicos y la búsqueda por su parte tampoco fue fácil.
“Mirando a uno de los momentos más difíciles de nuestras vidas, creemos que los hallazgos de este estudio nos habrían ofrecido cierto consuelo en el momento del diagnóstico y también después. Hay mucho que asimilar en ese tiempo, por lo que no todo el mundo querrá todos los detalles en ese momento, pero deberían estar disponibles para quienes sí los quieran y para quienes los busquen más tarde”, resumen.
El cáncer de mama es la patología oncológica más frecuente en las españolas y también es la que mayor número de muertes causa en este grupo de población. Solo en 2023 se diagnosticaron alrededor de 35.300 nuevos casos, tal y como recoge la Asociación Española Contra el Cáncer, lo que se traduce en casi el 30% de todos los cánceres diagnosticados en ellas. En el resto del mundo, las cifras también son preocupantes, siendo el responsable de 670.000 fallecimientos y es el femenino más común de 157 de los 185 países analizados en 2022, según apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este contexto, un estudio muestra datos esperanzadores para estas pacientes.
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