Insólita pelea por folios en un aparcamiento de Sevilla: “A ti que dices que mi coche está abandonado…”

Los roces entre vecinos son más que habituales en cualquier comunidad. Seguro que todo alguna vez hemos visto cómo de la noche a la mañana aparecen notas manuscritas en el portal o el ascensor con quejas sobre ruidos, suciedado o cualquier otra conducta que pone en jaque la convivencia. Un boli y un papel pueden ser armas más que suficientes para comenzar una discusión en diferido, pero lo que quizá nunca hayamos visto es utilizar el capó de un coche como tablón de anuncios particular.

Esto es lo que ha ocurrido en un aparcamiento de Sevilla, donde se ha extendido la riña vía folios. El motivo no es otro que el uso de estas plazas de garaje por parte de personas ajenas a la finca. Varios de estos vehículos incluso muestran evidentes signos de llevar bastante tiempo parados, lo que ha hecho que un vecino emprenda su particular denuncia con este mensaje escrito de su puño y letra que ha dejado sobre el parabrisas: “Coche abandonado. Esta plaza no es privada“.

Los usuarios de un aparcamiento comunitario de Sevilla inician una inédita discusión por folios.

Ni corto ni perezoso, el propietario del vehículo se ha atrevido a responder con el mismo método: folios con un cuerpo de texto gigante unidos con celo sobre el propio parabrisas. “A ti que dices que mi coche está abandonado, ITV al día, seguro al día, impuesto de circulación al día“, se puede leer en el vídeo facilitado por una testigo a Diario de Sevilla.

Después de varios días intercambiando mensajes, al parecer la tensión ha ido escalando hasta que el vecino afectado ha pasado a otros métodos más convencionales. “Quítalo”, ha escrito entre el polvo acumulado en la luna del coche, a lo que el propietario ha contestado con un “No me da la gana“.

La misma dinámica se ha repetido con otro vehículo, al parecer, del mismo propietario. En su último folio, protesta desafiante: “Exactamente, ¿qué es lo que quieres?“.

El bloque de pisos donde ha tenido lugar esta particular discusión se ubica, en concreto, en el barrio de San Pablo-Santa Justa. Se da la circunstancia de que este es un garaje comunitario, pero sin plazas asignadas, por lo que es habitual que otros residentes en la zona accedan a la finca para estacionar su coche. La saturación del aparcamiento ha hecho estallar a los vecinos que se quedan sin sitio a diario, que han terminado por desahogarse con este curioso método.

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