El kéfir, una bebida fermentada de origen milenario, se ha convertido en protagonista de debates tanto en el ámbito de la salud como en el de la cultura popular. Recientemente, esta bebida se ha vuelto a poner en el punto de mira gracias a la valoración del cardiólogo Aurelio Rojas. Con un estilo claro y conciso, el especialista ha respondido a las dudas más habituales sobre este producto en un vídeo que se ha vuelto viral.
“El kéfir mejora la microbiota intestinal y ayuda a reducir la inflamación”, explica Rojas, subrayando que sus beneficios no se limitan al sistema digestivo. El cardiólogo también lo señala como un aliado frente a problemas cardiovasculares. “Contribuye a controlar el colesterol y a mejorar la función cardíaca”, añade. Una afirmación que lo sitúa como una alternativa más interesante que los lácteos tradicionales, especialmente frente al yogur. “Es mejor que el yogur normal, sobre todo en diversidad de probióticos”, destaca.
@doctorrojass El kéfir es un probiótico natural que en los últimos años ha ganado fama como “el yogur más saludable”. Y no es solo moda: la ciencia respalda muchos de sus beneficios. Lo que dice la evidencia científica: – Mejora la microbiota intestinal y favorece la digestión (1,2). – Refuerza el sistema inmune gracias a su riqueza en probióticos, vitamina D y K (3). – Puede ayudar a reducir la inflamación, el colesterol y mejorar la presión arterial (4,5). – Tiene efecto indirecto en el control del peso al modular saciedad y metabolismo (6). Pero no es para todos: – Puede dar gases o diarrea en personas con intolerancia a la lactosa. – No está recomendado en personas inmunodeprimidas sin supervisión médica. La mejor manera de tomarlo, según la evidencia: – 1 vaso pequeño (150–200 ml) al día, preferiblemente en ayunas o por la mañana. – Combínalo con fruta rica en vitamina C (como kiwi, fresas o arándanos): la vitamina C potencia la absorción de hierro, mejora el equilibrio antioxidante y refuerza la sinergia probiótica. – Acompáñalo de una dieta rica en fibra y alimentos reales para potenciar sus efectos en la microbiota. Un hábito sencillo, natural y con respaldo científico que puede marcar la diferencia en tu energía, tu digestión y tu salud cardiovascular. Referencias científicas 1. Rosa DD, et al. Kefir and gut microbiota modulation: Implications in human health. Crit Rev Food Sci Nutr. 2017;57(19):3891-3906. 2. Bourrie BC, et al. The microbiota and health promoting characteristics of the fermented beverage kefir. Front Microbiol. 2016;7:647. 3. Vinderola G, et al. Kefir, a fermented milk: Health benefits and probiotic properties. Food Res Int. 2005;38(8-9): 895–903. 4. Ostadrahimi A, et al. Effect of probiotic fermented milk (kefir) on blood pressure: A randomized controlled trial. Iran J Public Health. 2015;44(2):228–236. 5. Zajšek K, et al. Kefir: A fermented milk product with proven health benefits. J Dairy Sci. 2013;96(4):2744–2757. 6. Bellikci-Koyu E, et al. Effects of regular kefir consumption on gut microbiota, serum lipids, and body composition in overweight and obese patients. Nutr Res. 2019;61:25–32. #probioticos #suplementos #fruta #kefir #dieta ♬ sonido original – Aurelio Rojas Sánchez
Aunque pueda parecer una moda reciente, el kéfir ha acompañado a distintas culturas desde hace siglos. Su origen se sitúa en la región del Cáucaso, donde se transmitía de generación en generación. Este tipo de relatos de tradición milenaria, que mezclan salud y costumbres, no son ajenos al mundo del cine documental, donde productos como el té kombucha o la propia dieta mediterránea han tenido protagonismo en películas y series centradas en el bienestar. El kéfir, con su historia y sus promesas de longevidad, encaja perfectamente en esa narrativa que tantas veces ha fascinado a cineastas y espectadores.
Ahora, Aurelio Rojas, con un lenguaje cercano, ha hablado detalladamente de sus beneficios e inconvenientes. “¿Pueden tomarlo los intolerantes a la lactosa? Pues no”, ha reconocido, despejando una de las dudas más repetidas. El cardiólogo también ha admitido que “puede dar gases o diarrea, sobre todo si lo tomas en exceso”, recordando que no existen fórmulas mágicas en la alimentación.
El atractivo del kéfir no se limita a la salud cardiovascular. Según Rojas, tiene un efecto positivo en la absorción de vitaminas y minerales de otros alimentos, además de influir en el bienestar emocional. “Puede mejorar el estado de ánimo y reducir el riesgo de depresión y ansiedad”, afirma. El especialista ha explicado que este fermentado favorece la producción de neurotransmisores como el GABA y la serotonina, claves para la regulación del sueño y el equilibrio psicológico. De ahí que lo vincule también con una mejor calidad del descanso.
En cuanto a la estética, el cardiólogo señaló que “sirve para tener mejor piel y menos acné”, lo que explica su creciente popularidad entre actores y personalidades públicas que buscan hábitos saludables y visibles. No es casualidad que el kéfir haya aparecido en entrevistas y escenas de ficción como símbolo de modernidad y autocuidado.
La gran pregunta que suele acompañar a los llamados “superalimentos” es si realmente pueden prolongar la longevidad. Sobre este punto, Rojas se ha mostrado prudente. “No lo sabemos, pero todo apunta a que puede ayudarte a vivir mejor”, ha dicho. Con esta frase, el cardiólogo conecta con una larga tradición de discursos cinematográficos en torno a la eterna juventud y la búsqueda de hábitos que prometen vitalidad, desde los elixires de ficción hasta los documentales más actuales.
Más allá de la especulación, lo que sí recomienda el especialista es una forma concreta de consumirlo. “Si lo tomas por la mañana junto a fruta fresca rica en vitamina C, como el kiwi o las fresas, aumentas la acción de los probióticos, mejoras las defensas y disminuyes el cortisol, la hormona del estrés”, explica. Una pauta sencilla que, en sus palabras, “puede marcar una gran diferencia en tu energía y en tu corazón”.
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