En España, más de 10 millones de personas padecen enfermedades relacionadas con el corazón, y se producen 120.000 fallecimientos anuales relacionados con dolencias cardiovasculares. Estos datos del Instituto Nacional de Estadística señalan la necesidad de aplicar las últimas tecnologías para mejorar la detección, el diagnóstico y el tratamiento de estas afecciones, como el dispositivo portátil que en pocos minutos puede detectar problemas cardíacos.
En esa misma línea, investigadores del Imperial College de Londres han demostrado que el uso de un estetoscopio potenciado con inteligencia artificial puede duplicar y hasta triplicar la tasa de detección de patologías graves como la insuficiencia cardíaca, la fibrilación auricular y diversas valvulopatías.
El estudio a gran escala, presentado la semana pasada en el congreso anual de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en Madrid, involucró a casi 12.000 pacientes distribuidos en 200 centros de salud del Reino Unido. Sus resultados revelaron un salto cualitativo en la capacidad diagnóstica de los médicos gracias a su precisión y a su facilidad para ofrecer resultados fiables en segundos.
Un estudio pionero
Este avance supone una transformación radical para una herramienta, el estetoscopio, cuyo diseño apenas ha cambiado desde su invención en 1816. Durante más de dos siglos, ha sido un instrumento indispensable pero dependiente exclusivamente de la agudeza auditiva del médico.
“El diseño del estetoscopio no ha cambiado en 200 años, hasta ahora. Es increíble que un estetoscopio inteligente pueda utilizarse para realizar un examen de 15 segundos y que, a continuación, la IA pueda proporcionar rápidamente un resultado”, afirma Patrik Bächtiger, investigador del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College.
El estetoscopio utilizado por investigadores del Imperial College
Eko Health
Omicrono
La clave es un dispositivo manufacturado por la empresa estadounidense Eko Health, que colaboró estrechamente con el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR) británico para su desarrollo. En apariencia no es muy diferente al estetoscopio convencional, pero la llamada campana, que habitualmente se usa para escuchar los latidos, tiene en este caso el tamaño y la forma aproximada de una tarjeta de crédito, aunque algo más gruesa.
La clave de la tecnología reside en su capacidad para capturar y analizar detalles que el oído humano no es capaz de detectar. El dispositivo no solo graba los sonidos del corazón, sino que también realiza un electrocardiograma (ECG) gracias a las señales eléctricas.
Esta doble fuente de información se transmite de forma inalámbrica a un software en la nube que, mediante algoritmos de inteligencia artificial, busca patrones anómalos. La plataforma puede identificar arritmias, soplos indicativos de problemas en las válvulas o signos de un bombeo deficiente del corazón, presentando un análisis casi instantáneo.
“La mayoría de las personas con insuficiencia cardíaca solo son diagnosticadas cuando llegan a urgencias en estado grave”, indica Mihir Kelshiker, investigador del Imperial College. “Este ensayo demuestra que los estetoscopios con IA podrían cambiar eso, proporcionando a los médicos de cabecera una herramienta rápida y sencilla para detectar los problemas antes, de modo que los pacientes puedan recibir el tratamiento adecuado lo más rápido posible”.
Diagnóstico mejorado
El estudio se centró en personas que acudían a su médico de cabecera con síntomas inespecíficos pero potencialmente relacionados con problemas de corazón, como la fatiga o la dificultad para respirar.
Los pacientes evaluados con la nueva herramienta tuvieron el doble de probabilidades de ser diagnosticados con insuficiencia cardíaca, el triple de probabilidades de que se les detectara una fibrilación auricular y casi el doble de probabilidades de identificar una valvulopatía, en comparación con los métodos tradicionales.
Una app ofrece datos del estado del corazón en tiempo real
Eko Health
Omicrono
Mike Lewis, director científico de innovación del NIHR, destacó el enorme potencial de esta tecnología: “Esta herramienta podría suponer un verdadero cambio para los pacientes, ya que pone la innovación directamente en manos de los médicos de cabecera”.
Eso sí, los propios investigadores advierten de que su uso debe enfocarse en pacientes con síntomas para maximizar su eficacia y evitar el riesgo de falsos positivos en revisiones de personas sanas.
La empresa detrás de esta tecnología, Eko Health, ya tiene disponibles en el mercado varios modelos que incorporan capacidades similares y que cuentan con el sello CE para su uso en Europa. Estos dispositivos están diseñados para integrarse fácilmente en la práctica clínica diaria y ofrecen distintas especificaciones para adaptarse a las necesidades de los profesionales.
Uno de los modelos más recientes es el Eko CORE 500, que representa la nueva generación de estetoscopios totalmente digitales. Este dispositivo integra una pantalla a color directamente en la campana, que muestra en tiempo real tanto el trazado del ECG (de hasta 3 derivaciones) como la forma de onda del sonido cardíaco.
Ofrece audio de alta definición, amplificación de sonidos hasta 40x, cancelación activa de ruido y una batería con 60 horas de autonomía. Su conectividad Bluetooth 4.2 permite la escucha inalámbrica y se integra con la plataforma SENSORA de Eko, el software con IA que analiza los datos para detectar soplos estructurales o fibrilación auricular.
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