Orchid, la ‘startup’ que promete evitar que tu hijo tenga cáncer a través de la selección genética de embriones por 2.200 euros

El escenario es: una pareja desea tener un hijo, y lógicamente desea que su hijo nazca sano. Esa pareja contacta con Orchid, la revolución americana en reproducción asistida, y la empresa criba sus embriones, señalando aquellos a los que sus clientes tienen menos posibilidades de transmitir enfermedades como el cáncer, la diabetes, la esquizofrenia o algunas dolencias casdiovasculares.

Los futuros padres hacen un pago de 2.500 dólares (2.200 euros), y según reza la publicidad de Orchid, respiran más tranquilos.“Una de las mayores preocupaciones de los futuros padres es si la enfermedad que afectó a uno de sus seres queridos va a afectar también a su hijo”, dice Noor Siddiqui, la CEO de la firma, en un post reciente de Instagram.

Y continúa: “El deseo moral más básico de cualquier padre es que sus hijos sufran menos que ellos, por eso la fecundación in vitro y el examen de embriones no deberían estigmatizarse”. Lo dice porque sabe que hay debate. Y voces en contra de su negocio. Pero analicemos primero lo que ofrecen. Noor Siddiqui fundó Orchid en 2020, una startup radicada en la ciudad de San Francisco.

Orchid, la startup que te permitirá diseñar a tu hijo.

Orchid, la startup que te permitirá diseñar a tu hijo.

Desde hace ya décadas, la fecundación in vitro implica la realización de pruebas que detecten trastornos genéticos derivados de una sola mutación genética, como la fibrosis quística o el síndrome de Down. Pero Orquid va más lejos: es la primera empresa que secuencia el genoma completo de un embrión.

Whole Genome Sequencing: leer el libro entero del embrión

En palabras del investigador Carlos Simón, catedrático de la universidad de Valencia, profesor de Harvard y presidente de la Fundación Carlos Simón, la empresa americana se fundamenta en un avance científico muy relevante que se llama Whole Genome Sequencing (WGS):

“Las técnicas actuales permiten ver cromosomas, y con el WGS se puede ver mucho más allá. Con los cromosomas es como si cogiéramos un libro y pudiéramos ver si están todos los capítulos, los 23 capítulos. Con el WGS puedes leer todas las letras de cada capítulo y por lo tanto podrías leer el libro entero genético del embrión”.

Y nos pone en contexto: en la actualidad, en España, los expertos en salud reproductiva obtienen una pequeña biopsia -de cuatro a seis células- antes de implantar el embrión, y sobre ellas analizan genéticamente los cromosomas: “Cromosomas digamos que es el edificio, y los genes son las habitaciones.

Hoy día podemos conocer si el embrión es cromosómicamente normal o anormal, si tiene un síndrome de Down o si es niño o niña. Todo esto se puede saber antes de implantar el embrión y es importante para prevenir alteraciones cromosómicas que dan lugar a aborto o al nacimiento de un niño con una trisomía 21, por ejemplo”.

Perfil de Twitter de Noor Siddiqui, CEO de Orchid.

Perfil de Twitter de Noor Siddiqui, CEO de Orchid.

Sin embargo, el experto nos brindará su opinión profesional sobre el trabajo de la startup más adelante, y su base científica. En la página web de Orchid promocionan su capacidad de detectar el riesgo de contraer enfermedades influidas por alguna combinación de estos genes múltiples, como ciertos tipos de cáncer.

Por ejemplo,hablan del cáncer de mama, el de próstata, el de colon o el melanoma. En ningún caso aseguran que el embrión seleccionado no contraerá cáncer en el futuro, sino que tiene un riesgo relativo mayor o menor comparado con el resto de la población. Por supuesto, también advierten de que el estilo de vida y el lugar donde crecemos pueden tener mucho más peso que la propia genética en el desarrollo de una enfermedad como el cáncer.

Cómo funciona ‘el método Orchid’

¿Recuerdan los test de antígenos por saliva? Para averiguar la “herencia genética” que transmitirán a sus embriones, los futuros padres realizan una prueba que consiste en escupir conjuntamente en un tubo y enviarlo por correo. Después, la empresa secuencia los genomas de cada miembro de la pareja y calcula los riesgos. Al resultado se le llama puntuación de riesgo poligénica.

Desde EL ESPAÑOL hemos solicitado por diversos cauces una entrevista con la CEO de Orchid o, en su defecto, con algún portavoz de la compañía, pero al cierre de este reportaje no hemos obtenido respuesta. Sin embargo, es posible conocer la historia personal y algunas de las opiniones de Siddiqui a través de su cuenta de Twitter.

Noor Siddiqui critica a través de un meme que cita: —Mi religión dice que no puedes hacer eso. —Tu religión no debería dictar mi vida. —¡Estoy siendo oprimido!

Noor Siddiqui critica a través de un meme que cita: “—Mi religión dice que no puedes hacer eso. —Tu religión no debería dictar mi vida. —¡Estoy siendo oprimido!”

“Cuando estaba en Primaria, mi madre empezó a quedarse ciega. Retinosis pigmentaria. Sin antecedentes familiares. Sin tratamiento. Sin cura. Tuve suerte. Ella no. Eso me llevó a crear Orchid: para que mi bebé – y el de todos los demás- gane la lotería genética evitando la ceguera y cientos de enfermedades genéticas graves (…). No en teoría. No en ratones. En humanos. En centros de FIV. Ahora mismo”.

También dispara contra sus detractores, pertenecientes principalmente a cierto sector religioso de la población americana, enzarzándose directamente contra quienes la acusan de una cierta deriva eugenésica.

Siddiqui ataja sus críticas argumentando que “pasamos horas investigando sobre el cuidado de la piel o eligiendo dónde comer” mientras que “nos encogemos de hombros ante la idea de que sea el azar quien elija una potencial vida de sufrimiento para nuestros niños”.

Una tecnología prematura

En la misma línea opina el experto internacional en el campo de la reproducción asistida, Carlos Simón. “Es la crítica típica a los que nos dedicamos a este campo. No jugamos a ser Dios, a lo único que jugamos es a tener más conocimiento y mayor información. Se trata de tener conocimiento de que el embrión, que va a convertirse en un ser humano, se encuentre en las mejores condiciones genéticas que le permitan tener una vida razonable. Y eso es lo que todos los que somos padres hemos querido para nuestros hijos”.

Ahora, el experto ofrece su punto de vista sobre Orchid: “Me he metido en su página y tan sólo tienen un trabajo publicado en el diario internacional Fertility and Sterility, cuyo índice de impacto es de siete u ocho, en el que hacen esto con una sola pareja que tenía conocimiento de mutaciones específicas y a la que aplican Whole Genome Sequencing y ven que existe una alta sensibilidad. Todas las pruebas científicas restantes son posts de congresos… Aquí hace falta un estudio clínico prospectivo, randomizado, en el que un número suficiente de embriones sean analizados para llegar a unos niveles de seguridad importantes”.

Perfil de Instagram de Orchid.

Perfil de Instagram de Orchid.

Resume: “Esta compañía se ha basado en una tecnología revolucionaria que realmente va a penetrar, pero con las evidencias científicas actuales existe riesgo de diagnosticar cosas no ciertas, lo que implica descartar embriones que podrían ser transferidos a la madre. Yo no crearía una compañía con esas pruebas científicas, me parece demasiado prematuro”.

Hacia dónde vamos

Hasta hace pocas décadas, cuando la salud reproductiva irrumpió en escena, sólo había una forma de tener niños: “Era una ruleta reproductiva: hacíamos los niños -y los seguimos haciendo- en la parte de atrás de un coche o en la cama, y ahora ya podemos saber si los padres tienen alguna enfermedad recesiva que puede afectar al niño, y luego podemos analizar el embrión a nivel cromosómico para saber que no va a tener un grave problema”, afirma Simón. “Hasta ahora no teníamos otra, y por eso tenemos aún unos porcentajes de aborto del 20%, y el 40% de las hospitalizaciones pediátricas se deben a enfermedades genéticas que podían haber sido diagnosticas antes de poner el embrión en el útero”.

Por eso, el diagnóstico preimplantatorio, que es el que ofrecen las clínicas de reproducción asistida,“permite elegir al embrión que te va a dar lugar a un ser humano genéticamente sano”, mientras que el diagnóstico prenatal, el que se hace con el embarazo ya en curso, sólo deja dos opciones: “Si encontramos el problema, o vas adelante con el niño o abortas”. Lo siguiente, avanza el experto, será “llegar a un nivel superior de detección para que luego, con la información en la mano, las parejas puedan hacer lo que ellos deseen”.

¿Podremos elegir la inteligencia o el físico de nuestros hijos?

Nos queda la duda. Avanzada la técnica del WGS, ¿ese nivel superior de detección nos permitirá elegir aquellos embriones que vayan a darnos un hijo más inteligente, más alto, o más guapo? “Desde luego que sí. Hoy por hoy podemos elegir la altura y la inteligencia del niño, y en mi humilde opinión esto no es ninguna aberración porque estas dos variables están relacionadas con el bienestar y con la vida exitosa que pueda tener un niño”, razona Simón.

Y concluye: “Pregúntale a un padre si tendría algún problema en elegir al más inteligente. Yo lo he preguntado a mis pacientes y a mí me han dicho que claro que les gustaría. Ahora estamos en evitar enfermedades, dar una vida plena a los niños, pero todo aquel rasgo que sea genéticamente trazable puede diagnosticarse y conocerse, y estará en la normativa legal de cada país y en la decisión de los padres elegir en función de ello”.

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