Toda persona que tenga o haya tenido un gato sabe que no todos son fanáticos de los mimos. El problema está en que muchos no aceptan cuando el felino está incómodo y no quiere que lo toquen.
Si bien puede parecer una escena tierna acariciar a un gato callejero que huye o a su propio felino, la psicología tiene otro punto de vista acerca de este tipo de comportamiento.
No todos los gatos son amantes de recibir caricias. Foto: Shutterstock.
Qué dice de vos acariciar a tu gato cuando no quiere, según la psicología
Según los expertos, detrás de la insistencia en acariciar a tu gato cuando está incómodo y no quiere, puede haber comportamientos psicológicos más profundos.
La revista estadounidense Psychology Today asegura: “La forma en la que tocamos a los gatos, sobre todo si lo hacemos incluso cuando ellos no quieren, puede reflejar la necesidad de controlar el entorno o de recibir validación emocional“.
Acariciar a tu gato cuando no quiere puede representar la necesidad de recibir validación emocional. Foto: iStock.
Puede que esta interpretación no sea del agrado de quien se sienta representado con ella, pero es de ayuda para comenzar a plantearse la forma en que gestionamos el afecto, los límites y su propia vulnerabilidad.
Cuáles son los beneficios de acariciar un gato
Acariciar a un gato tiene múltiples beneficios para la ciencia, como liberar endorfinas, reducir la presión arterial y disminuir el estrés. Sin embargo, esto se puede llegar a dar en situaciones en las que el gato permita que lo toquen.
Estos felinos no piden afecto de forma directa, ni te acercan un juguete al igual que hacen los perros, por ejemplo. Suelen comunicarlo con un ronroneo, frotándose contra las personas o solamente acurrucándose cerca.
Los gatos no piden afecto de la misma forma que lo hacen los perros. Foto: Shutterstock
Está comprobado que acariciar a tu gato cuando él quiere tiene beneficios reales. Desde la Universidad Autónoma de Aguascalientes, ubicada en México, informan algunos de ellos:
Libera oxitocina.
Reduce síntomas asociados a la depresión o a la soledad.
Mejora el estado de ánimo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta y respetar las señales que dan los gatos: no se trata sólo de acariciar porque sí, sino de saber en qué momento hacerlo y que tu gato no se sienta incómodo.
La clave es respetar las señales de los gatos antes de acariciarlos. Foto: Unsplash.
En síntesis, según la psicología, cuando una persona a toda costa insiste en acariciar a un gato quiere decir que:
Puede ser una proyección de sus propias carencias.
Busca conexión o validación.
Refleja dificultades para entender los límites del otro.
Le cuesta aceptar que no siempre se recibe afecto en el momento que se quiere.
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QvaClick recopila noticias desde fuentes oficiales y públicas. Los derechos pertenecen a sus respectivos autores y editores. QvaClick no se hace responsable de los contenidos externos enlazados.