El kéfir se ha convertido en uno de los alimentos de moda y está presente en la nevera de muchos hogares. Su popularidad se debe a los múltiples beneficios que aporta a la salud, especialmente en el ámbito cardiovascular.
El cardiólogo Aurelio Rojas, conocido en redes sociales por investigar sobre la salud del corazón, ha explicado las mejoras que este alimento puede proporcionar a quienes lo consumen de manera habitual.
Beneficios de tomar kéfir
Este alimento tiene una serie de beneficios que señala el doctor Rojas, pero no es aconsejable para todos los consumidores:
- Mejora la microflora intestinal
- Reduce la inflamación
- Refuerza el sistema inmune
- Bajo en lactosa
- Mejora la absorción de nutrientes
- Control del colesterol
- Mejora la tensión arterial
- Pérdida de peso
- Mejora la función cardíaca
- Proteínas de alta calidad
- Mejora el estado de ánimo
- Mejora el estado de la piel
- Ayuda a dormir mejor
Aunque no es un alimento apto para todas las personas, ya que puede provocar diarrea o gases en persona con intolerancia a la lactosa y no está recomendado para personas inmunodeprimidas sin supervisión médica.
¿Es mejor el kéfir o el yogur?
Una de las principales diferencias entre el kéfir y el yogur está en su proceso de fermentación y en los microorganismos que intervienen.
El yogur se elabora únicamente a partir de bacterias que fermentan el ácido lácteo, cuajan las proteínas de la leche y le dan la textura cremosa. En cambio, el kéfir combina bacterias y levaduras que se convierten en un único organismo.
El cardiólogo asegura que es más recomendable por la “diversidad de probióticos”, ya que puede contener hasta 50 cepas de diferentes bacterias y levaduras lo que lo convierte en un alimento muy completo.
“No sabemos si el kéfir puede alargar la vida, pero todo apunta a que puede ayudarte a vivir mejor”, explica el especialista.
Cantidad ideal
El especialista aconseja consumirlo en momentos estratégicos del día: “si lo tomas por la mañana junto a fruta fresca rica en vitamina C, como el kiwi, fresas o arándanos, aumentas la acción de los probióticos, mejora las defensas y disminuyes el cortisol, la hormona del estrés”.
La dosis ideal de este producto “un vaso pequeño (150-200 ml) al día, preferiblemente en ayunas o por la mañana” acompañado de una dieta rica en fibra y alimentos reales, lo que potencia sus efectos en la microbiota.
“Un pequeño hábito que puede marcar una gran diferencia en tu energía y en tu corazón”, concluye Rojas.
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