Los gabinetes de prensa de ayuntamientos pequeños enfrentan una realidad particular: necesidades de comunicación crecientes con recursos humanos limitados. Donde los gabinetes de grandes ciudades cuentan con equipos especializados, los municipios menores deben producir contenido para web, redes sociales, radio local y medios digitales con una o dos personas que acumulan múltiples responsabilidades.
La paradoja es conocida en el sector. Mientras las expectativas ciudadanas sobre transparencia y comunicación municipal crecen exponencialmente, los presupuestos para gabinetes de comunicación se mantienen estables o incluso disminuyen. El resultado: jornadas extendidas, contenido producido a última hora y oportunidades de comunicación perdidas por falta de capacidad de respuesta.
MMI Analytics ha identificado esta realidad trabajando con gabinetes municipales de toda Canarias. Sus microapps están diseñadas específicamente para multiplicar la capacidad productiva de equipos reducidos, permitiendo que una nota de prensa base se transforme en un paquete multimedia completo en aproximadamente cuatro minutos, según las pruebas realizadas con ayuntamientos de diferentes tamaños.
La experiencia típica comienza un lunes por la mañana. El gabinete tiene preparada la nota sobre las obras de mejora en el polideportivo municipal, pero necesita adaptarla para al menos cuatro canales: web municipal, Facebook, Instagram y la emisora local. Tradicionalmente, esto implicaría coordinar con el fotógrafo para las imágenes, contactar con alguien para grabar una cuña de radio, diseñar gráficos específicos para redes y adaptar el texto a cada formato.
“La aplicación está muy interesante, sobre todo la segunda, que te ahorra un montón de trabajo. Si ya te genera la cuña, te genera un gráfico”, explica un responsable de comunicación que ha probado estas herramientas. El proceso automatizado no elimina el criterio editorial, sino que proporciona las bases sobre las que el gabinete puede trabajar y personalizar.
La clave está en el selector de formatos que incorporan las microapps de MMI Analytics. El gabinete puede elegir exactamente qué tipos de contenido necesita para cada comunicación específica. Para el anuncio de las obras del polideportivo, quizás sea prioritario el video corto para redes y la cuña de radio, pero no la infografía detallada. Para la convocatoria de ayudas sociales, la prioridad podría invertirse.
Un aspecto que diferencia estas herramientas de las soluciones genéricas es su capacidad para trabajar con activos municipales reales. El gabinete puede incorporar fotografías específicas del polideportivo, usar la tipografía corporativa del ayuntamiento y mantener los colores institucionales en todos los formatos generados. “Aunque ahorre tiempo, sí que se prefiere un servicio personal, o sea, hecho por humanos”, reflexiona una técnica de comunicación que inicialmente mostró resistencia a la automatización.
El control editorial permanece intacto en todo el proceso. La IA sugiere titulares adaptados a cada canal, propone duraciones apropiadas para el contenido audiovisual y ajusta el tono según la audiencia, pero cada elemento pasa por la aprobación del gabinete. Una jefa de gabinete describe su experiencia: “Es como tener un becario muy eficiente que nunca se equivoca con los formatos, pero que necesita supervisión editorial constante”.
Los avisos y emergencias representan un caso de uso especialmente valioso para gabinetes pequeños. Cuando surge un corte de agua inesperado, una incidencia en el transporte escolar o una alerta meteorológica, el tiempo de respuesta es crítico. Las herramientas de MMI Analytics pueden generar creatividades instantáneas apropiadas para cada tipo de emergencia, permitiendo que el mensaje llegue a la ciudadanía sin esperar a que el fotógrafo esté disponible o el diseñador termine otros proyectos.
“Para generar alguna imagen… para un corte de agua o algo. Y no tenemos una foto… pues sí, la hemos utilizado”, reconoce un técnico de redes y web municipal que inicialmente solo experimentaba con inteligencia artificial para situaciones puntuales. La transición hacia un uso más sistemático suele seguir este patrón: comienza con emergencias y casos límite, y gradualmente se extiende a la comunicación rutinaria.
La medición del impacto se convierte en otra ventaja inesperada. El panel “¿Funcionó mi nota de prensa?” de MMI Analytics permite a estos gabinetes conocer en tiempo real qué contenidos generan mayor engagement, qué formatos funcionan mejor con su audiencia específica y cuál es el alcance real de sus comunicaciones. Para un gabinete con recursos limitados, esta información es especialmente valiosa para optimizar el tiempo invertido en cada tipo de comunicación.
El benchmarking con municipios de características similares emerge como una funcionalidad particularmente útil. Los gabinetes pueden comparar el rendimiento de sus comunicaciones con ayuntamientos de población comparable, identificando oportunidades de mejora y buenas prácticas sin necesidad de contratar consultorías especializadas.
La transformación más significativa no está en la tecnología, sino en la redistribución del tiempo del gabinete. Menos horas dedicadas a producción técnica significa más tiempo para planificar estratégicamente, escuchar a la ciudadanía y desarrollar narrativas más complejas que requieren criterio periodístico y sensibilidad local.
Los gabinetes que han adoptado estas metodologías reportan un cambio cualitativo en su trabajo diario: mayor capacidad de respuesta ante imprevistos, coherencia visual en todos los canales de comunicación y, paradójicamente, más tiempo para las tareas que realmente requieren toque humano. La tecnología no sustituye el criterio editorial local, sino que libera tiempo para ejercerlo de manera más estratégica y reflexiva.
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