Donald Trump anunciará este lunes nuevas iniciativas relacionadas con el autismo que, según fuentes oficiales, podrían marcar “un antes y un después” en la investigación y tratamiento de este trastorno.
Tal y como adelantó The Washington Post, el Gobierno estadounidense prevé advertir a las mujeres embarazadas sobre un posible vínculo entre el consumo temprano de Tylenol (cuyo principio activo es el paracetamol, también conocido como acetaminofén en EEUU) y un mayor riesgo de autismo en sus hijos.
Además, pretende promover el uso de un fármaco poco conocido, la leucovorina, como potencial terapia para los menores ya diagnosticados.
Según el diario norteamericano, las autoridades sanitarias federales llevan meses revisando la evidencia disponible sobre el acetaminofén, uno de los analgésicos más usados en el mundo.
Entre los estudios que han guiado la revisión figura un análisis de investigadores de Mount Sinai y Harvard, publicado en agosto, que sugería una posible relación entre el consumo de Tylenol en las primeras etapas del embarazo y un incremento del riesgo de autismo.
Los funcionarios planean recomendar que las embarazadas eviten este medicamento salvo en casos de fiebre, según adelantó The Washington Post. Hasta ahora, las principales sociedades médicas lo habían considerado seguro, aunque con la advertencia de consultar previamente con los profesionales de salud.
El anuncio también pondrá el foco en la leucovorina, un fármaco tradicionalmente empleado para contrarrestar efectos secundarios de ciertos tratamientos y tratar la deficiencia de vitamina B9.
Algunos ensayos clínicos iniciales, doble ciego y controlados con placebo, han mostrado mejoras en la capacidad de comunicación de algunos niños con autismo, lo que ha generado un intenso debate científico.
La Administración de Trump espera que la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) apruebe un lenguaje específico para recomendar su uso, aunque de momento los expertos llaman a la cautela y a esperar estudios más amplios.
El propio Trump adelantó el domingo parte del anuncio durante un acto en memoria del comentarista Charlie Kirk. “Mañana vamos a tener uno de los mayores anuncios médicos en la historia de nuestro país. Creo que hemos encontrado una respuesta al autismo”, aseguró.
El plan cuenta con la implicación directa de altos cargos como Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud y Servicios Humanos; Marty Makary, comisionado de la FDA; y Jay Bhattacharya, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Además, el NIH confirmará el lanzamiento de una iniciativa de ciencia de datos sobre autismo que financiará a 13 equipos de investigación para estudiar tanto causas como posibles tratamientos.
El movimiento de la Casa Blanca ha generado expectación pero también recelos en la comunidad científica. Muchos investigadores recuerdan que las causas del autismo son múltiples y complejas, con más de un centenar de genes identificados y posibles factores ambientales implicados.
La propia trayectoria de Kennedy Jr., conocido por haber defendido en el pasado teorías desmentidas que relacionaban las vacunas con el autismo, ha incrementado las dudas sobre la orientación política de la iniciativa.
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